La relación para calcular estos tres valores, y por los que están relacionados, es la siguiente:
Gramaje = Grosor / Volumen
Grosor = Gramaje X Volumen
Volumen = Grosor / Gramaje
Por ejemplo, podemos tener dos tipos de papel, ambos de 130 g/m², pero uno con 234 µm de grosor y otro con 143. El volumen lo calcularíamos dividiendo ambos valores y obteniendo como resultado que uno tendrá un volumen de 1,8 (ligero y grueso) y otro de 1,1 (compacto y fin0). Aproximadamente a partir de 1.3 cm³/g ya podemos empezar a considerar que un papel es volumen.
En sintesis podemos decirles que, el volumen específico, o “bulk” en inglés, es un factor muy importante en la producción editorial y nos influye en la percepción del resultado final de un trabajo. Si queremos dar la impresión de un libro grueso, rico en contenido, deberá utilizarse un papel de alto volumen. Si la idea es que haya mucho texto pero seguir manteniendo un lomo del libro fino, un papel de bajo volumen será más apropiado. He visto a impresores muy expertos -y de los que he aprendido tantas cosas- adivinar el gramaje simplemente con el tacto, frotándolo con los dedos, pero este método tan sólo servía para los tipos de papel más normales y usuales. Considera estos elementos al momento de hacer reimpresiones ya que si usas lo mismos parámetros en una segunda edición tu libro será diferente a la edición oriinal.